lunes, 21 de septiembre de 2009

La despersonalización, un problema social actual

Siempre me refiero a la confianza como lo básico de las relaciones humanas. Un sentimiento que se puede razonar al evidenciar hechos reales y al mismo tiempo se puede sentir en lo psicológico tanto individual como social. Es la clave de la ética y la moral; la satisfacción de estar por el buen camino, es en definitiva, la coherencia de lo que se dice con lo que se hace.

La confianza permite abrir las puertas a proyectos futuros y perdurables, permite una fluida comunicación de entendimiento y fundamentalmente es la base de la política (tomando que la política es la vida misma ya que con cada decisión individual que tomamos hacemos política)

Así como cotidianamente hacemos política como individuo al decidir arrojar un papel en el tacho de basura o dejarlo en la calle, a nivel global una organización decide encargarse de recolectar la basura o no hacerlo.

Sigo con el ejemplo de la vereda pero esto se aplica a todo lo que hacemos. Entonces, en lo cotidiano es un pensamiento individual psicológico, una decisión, la que nos lleva a querer cuidar una vereda y en lo global es un conjunto de pensamientos que se unen y se conjugan así en una ideología la cual se institucionaliza en una organización, o sea, se ordena para poder hacer cosas y lograr resultados más grandes (nuevamente nos referimos a eso como política). Ya sea una empresa o un gobierno, estas son organizaciones que tienen una política para lograr resultados en base a su ideología.

En ambos niveles (individual y general) hay decisión, por lo tanto hay política.

¿Entonces cual es el problema de hoy? ¿Por que se desconfía tanto de la política y porque hay tanto malestar social? Es más, ¿hay malestar social en verdad o en realidad ese malestar es externo y nos termina afectando?

Esto que sigue es clave para entender este problema.

En las relaciones humanas la característica clave que nos determina como humanos es el hecho de poder comunicarnos, poder relacionarnos unos con otros. La comunicación es clave para la política. La comunicación es la que transmite las ideas entre personas. Se ve así que a partir de la comunicación y la comprensión de ideas se lleva a cabo decisiones individuales y en conjunto. En definitiva, la comunicación es el carril por el cual nos relacionamos entre las personas para luego actuar políticamente en la vida.

Relacionando: comunicación, política, psicología y organización (entre otras disciplinas); podemos entender el problema social de hoy, el problema Cultural de nuestra epoca.

Cómo se origina y se arma cada vez más compleja la sensación de la desconfianza totalmente ligada a la despersonalización.

¿Pero que es la despersonalización?

Hay tres tipos de comunicación (en organización se entiende como metodología):

- La personalizada (Cara a cara)
- La impersonal izada (Generalizada)
- La despersonalizada. (Carente de personas, objetos, cosas no pensantes)

La personalización es la primera instancia de relación (de comunicación), la sumamente humana, ya que uno no solo transmite ideas hacia el otro sino que pone su cuerpo junto con el del otro, es decir, son reales ambos y pueden hacer cosas juntos.

Lo impersonal se refiere a algo más generalizado, como lo que sería información a través de un medio o en el caso de un dirigente se refiere a alguien que se comunica hacia una mayoría de forma impersonal (ya que le sería muy difícil hablar con cada uno y conocerlos a todos personalmente) para así transmitirle información e ideas. Pero en esa relación no se pone el cuerpo directamente sino que se hace de forma indirecta. Es abstracto, es decir, que no es directo sino que es imaginario y representa lo que es la confianza generalizada lo cual no deja de ser algo real. Pero es necesario establecer la comunicación personal junto con la impersonal para que se logre una relación solida y de confianza general duradera. Es así como una organización logra el consenso cuando a través de su estructura piramidal se comunica personalmente en los diferentes niveles de responsabilidad para terminar logrando la confianza necesaria de la que todos son parte. Ya que todos participan, se comunican, dialogan y por lo tanto se mantiene esa confianza y hasta incluso se potencia al sentir un resultado integrador donde todos fueron y son parte tanto de la idea como de la acción.

Pero la despersonalización es dañina ya que es el tratamiento de individuos no como personas sino como objetos, es decir, no se pone el cuerpo y por lo tanto no se puede lograr así una comunicación humanizada de sentimientos, de dialogo y de consenso. Es decir, se impone y no se participa. Y justamente hoy la despersonalización es lo que provoca la mayor desconfianza y malestar social. Y no es algo accidental, es una ideología y por ende una metodología instaurada de varias instituciones de la sociedad.

Es muy importante entender esto ya que la “no participación” justamente es debido a que abunda la despersonalización como ideología. Lo que en términos organizativos se denomina “burocracia”. Donde en vez de personas pasamos a ser números, clientes, consumidores, etc.

Simbólicamente es algo sumamente importante ya que hoy la burocracia no es impersonal y mucho menos personal; sino que es despersonalizada, metodológicamente no consulta con las personas cara a cara para luego generalizarlo en algo impersonal que responde a todos sino que es una decisión de unos pocos para crear una realidad que es como la quieren esos pocos.

Es así como hoy la burocracia deshumaniza y por lo tanto es violenta respecto a su metodología de la no participación. Es el sistema que genera desconfianza social y por ende, desconfianza en la política. Eso se traduce en no participar y por lo tanto dejar que siga perpetuándose esa metodología. Que todo siga igual o peor.

Hoy, en la llamada “era de las comunicaciones” no es casualidad que se haga política por los medios de comunicación ya que tecnológicamente son la herramienta más poderosa para transmitir ideología. Se diferencian con el organismo gubernamental en el hecho de que no tienen obligación de gobernar para distribuir en el bienestar de la gente sino que su metodología-política es la de planificar como ganar más dinero. Hoy es algo común en nuestra sociedad pues el dinero es un medio lógico para vivir, el problema esta cuando no se distribuye ni se consulta donde se va a usar ese dinero. Esas son las instituciones monopólicas, porque así como no se distribuye el dinero tampoco se distribuye la comunicación.

Lo que sucede en estos organismos sucede en muchas instituciones de hoy que siguen esta metodología de la despersonalización, de la desconfianza y la no participación. Porque esta metodología sirve para unos pocos y que estos pocos puedan continuar en el poder sin atender a las necesidades de la mayoría. Es una metodología que perpetúa el individualismo, el egocentrismo y la ambición de poder por el poder mismo. Lo que comúnmente conocemos como “corrupción”.

Burocratizarse (sistematizar esa metodología del lucro) es lo que hoy despersonaliza y construye una sociedad desconfiada de sus dirigentes, los que en realidad deberían encargarse de organizar el bienestar social en ves del lucro y/o prestigio privado y personal de poder.

La no participación es permitir que gobiernen por uno sin que a uno le consulten, es no revertir esta metodología antidemocrática y es en definitiva la decisión política de no involucrarse, dejando que otros decidan por uno.

Los problemas de la comunicación son los problemas políticos del mundo y superar la despersonalización es el gran reto de cada uno como individuos sociales.

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Escrito por Adrian Glusgold, encargado del equipo de Comunicación del Partido Solidario en Paternal.

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